Para millones de personas, la web es una selva en la que reina la anarquía, y dónde hasta un comentario (difamatorio) que se publique en Internet puede perjudicar seriamente a una persona o hacer colapsar un negocio, señaló el portal de la BBC.
El 4 de noviembre, el propietario de una empresa de servicios informáticos en el Reino Unido se mostró complacido después de que Google decidiera retirar un comentario de Google's Places, en el que era acusado de ser un pedófilo y un ladrón. El afectado tuvo que esperar 18 meses para que el gigante de internet decidiera retirar el comentario.
¿Qué hacer en un caso similar?
Alberto Arebalos, director de Comunicación y Asuntos Públicos para América Latina de Google, señala que "en nuestros sitios siempre añadimos una opción para que (los usuarios) puedan denunciar contenidos que pueden afectar a terceros. Cuando nos hacen llegar una denuncia, por ejemplo, un video en YouTube que es discriminatorio, lo bajamos automáticamente".
¿Qué pasa si el escenario de una difamación es el mundo virtual?
De acuerdo con Enrique Dans, profesor de Sistemas de Información de Business School de Madrid, cuando un caso es realmente grave, se debe actuar e identificar al autor que, aunque es complejo, rara vez es imposible.
"En muchas ocasiones es mejor dirigirse al autor y solicitar educadamente y de forma no directamente amenazadora una corrección de la información - y en ese caso, documentando toda correspondencia que tenga lugar - y solo tras una hipotética negativa, optar, si se estima necesario, por la vía legal", señaló.
A su vez, el abogado brasileño experto en derecho y tecnologías de la información Alexandre Atheniense, explicó que pese a que no se tiene control sobre el contenido que se publica diariamente en internet, es importante estar vigilantes para hacer frente a cualquier mención que pueda afectar nuestro honor, pero si existiera un caso de difamación, calumnia o injuria, es necesario preservar las pruebas.
Añade que hay que tener "mucho cuidado con los 'gatillos alegres': cosas que parecen una difamación pueden resultar en ocasiones opinables, discutibles o simplemente entrar dentro de la libertad de expresión. Si no se tienen garantías de ganar el caso o el tema tiene un recorrido limitado, puede ser mucho mejor dejarlo, no hacer nada, u optar por una acción de perfil bajo".
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